La ola de minimalismo quenos invade ha traído consigo la vuelta a las líneas puras, sencillas, con patrones simples… Como consecuencia, parece que las cinturas marcadas se baten en retirada, y los vestidos sueltos ganan el terreno. La sensación que me da es que el poner cada forma en su sitio es más beneficioso, en general, que el dejar la ropa suelta y que nuestras carnes morenas queden ahí a su libre albedrío.